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CROSS ITALICA 2023. Pisadas jóvenes sobre viejas piedras.


XLI Edición (sí 41, nunca está de más repasar los números romanos) del Cross Internacional de Itálica. Desde que la carrera pasó a noviembre, y en consecuencia general del cambio climático que padecemos, un año más ha estado pasada por calor en vez de por agua, como tradicionalmente solía suceder.


Numerosa participación de nuestra Centuria con la novedad añadida para terminar el ciclo de eventos anuales del acompañamiento de nuestra Sección Musical. A ello hay que añadirle nuevas caras que sirven para renovar ilusiones, tanto propias como ajenas. Ya hemos comentado en años anteriores el baño de multitudes que para los centuriones supone la participación en el Cross, además del cariño con el que somos tratados por la Organización. Este año tampoco nos hemos quedado sin el tradicional plato con el que se premia a los vencedores… Bueno, aunque no hayamos corrido nosotros ya vencimos lo que tuvimos que vencer hace siglos.

Agradecer especialmente a nuestros veteranos de guerra por mantener viva la llama participativa y representativa en el mayor evento anual que promociona la imagen internacional de Santiponce y especialmente a los que se han estrenado sobre la tierra y la piedra del legendario Cross. Pisadas nuevas sobre piedras viejas. Metáfora de la vida misma. Servidor que ha corrido el Cross con 15 y con 50 años, y que ha retratado sonrisas y emociones y vivido como Centurión en primera persona todas y cada una de las maravillosas sensaciones que proporciona este evento, ha faltado después de mucho tiempo a su cita anual. Porque la vida debe fundamentarse en la fusión de lo nuevo y lo antiguo, lo joven y lo viejo, por ejemplo un hijo y su padre. Este año mi misión consistía en compartir cuidados y emociones y cuidados junto al mío, y ver por televisión a mis compañeros en su tradicional arco de vencedores.

El tiempo, al igual que Kwemoi, no corre sino vuela. El tiempo que se nos escapa a todos, como un pelotón de keniatas. Quizás la clave esté en no seguir su ritmo endiablado, sino en mantener aquel que te permita participar y terminar. Pues eso, tenéis doce meses para ir entrenando. El año que viene, cada uno a su manera, todos a correr el Cross, aunque lleguemos los últimos.






























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