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La vida sigue igual aunque no sea la misma. Belén Nazareno 2021


El tradicional y caritativo Belén Nazareno de Santiponce organizado por la Hdad. del Rosario de Santiponce ha vuelto a la Navidad santiponceña tras el paréntesis del 2020, inundando nuevamente de vida, bullicio y animación a la legendaria Colina de los Dioses. Y la Centuria Romana, también, acompañada en esta ocasión por unas no menos vivas, bulliciosas y animadas féminas y su prole.


Et in Arcadia ego.

Aunque el alma de esta celebración sea infantil e ilusionante, y su escenario, como la Arcadia clásica, sea idílico y paradisíaco, los surcos de nuestras frentes y el blanquecino florar de nuestro pelo, son una losa demasiado pesada para olvidar cuánto de fugaz tiene la vida. Porque hasta en los más bellos momentos, ella, la que siempre está presente y vence, nos recuerda que aunque queramos continuar lo que un año atrás empezamos, decidirá como será el Belén del año próximo. Hay celebraciones que nos acompañan en el devenir de nuestra existencia, y así, como las Navidades, la Semana Santa o los cumpleaños, el Belén Nazareno es ya para muchos de los que participamos, medidor de nuestro tiempo y notario de con quien lo hemos compartido.


Romani ite domum 

Una...¿tabernae, cauponae? Teniendo en cuenta que posiblemente Belén no estuviera lo suficientemente romanizada para que hubiera este tipo de establecimientos romanos, la incorporación a la escena de nuestras mujeres y pequeños ha suscitado una interesante e inconclusa disputa sobre el carácter real de nuestra propuesta figurativa. Independientemente del indudable atractivo de los centuriones y de las habituales y continuas muestras de cariño recibidas, que las hay, nuestra presencia por la ciudad fugaz no debe ir más allá de las rondas con fingida gallardía y dudosa marcialidad o para hacer algún que otro pseudo sainete para amenizar y romper sorpresivamente el recogimiento del visitante durante el recorrido. Así pues, que decidan ellas. La infinita imaginación femenina a la hora de adoptar sus papeles protagonistas nos ha llevado a tener juntas a: jefas, ayudantes y "pinchesas" de "culina", comediantas, cocteleras o unas meseras de carácter tan dispar que lo mismo te servía una camarera casquivana en una esquina o, en la otra, una dispuesta a convertirse en mártir cristiana. Todo ello, eso sí, bajo un gran sentido de trabajo, responsabilidad y respeto. 


Fabula Togata.

Empujado por los ecos eternos que ascienden por las gradas del Cerro de San Antonio, el Belén Nazareno, sin olvidar su carácter religioso, se convierte en una gran representación teatral y a sus participantes en actores. No nos cansaremos nunca de mostrar nuestra admiración hacia todos ellos. Este año, especialmente a Marvin, dirigido magistralmente cómo no, por José Luis. 

Vetus Historia

No por ser una vieja historia conocida, no tiene por qué no ser contada. La excepcional demostración  de unidad popular que supone este acontecimiento para Santiponce merece ser elevado a una categoría superior. Este año y debido a las circunstancias adversas, aún más. La historia, por pequeña que sea, la construyen sus protagonistas, aunque sean anónimos. O no. Esta página quizás forme parte un día de algún libro de un santiponceño ilustre. Es nuestra historia. 

Haerent omnes mea

Son todos míos y mías. Alicia, Chari Huertas, Gloria, Mari Ángeles, Pilu y Yolanda que han llenado la escena y toda esa calle de elegancia y mesura. Aunque en distinto grado, pero todas ya de cercanía arraigada. Otros los más pequeños, Paula, Ana, Amelia, Daniel, Sergio y Marvin que nos han regalado la alegría y espontaneidad que tanto echamos de menos. Y los míos. Jesús, Antonio José, José Antonio, José Luis, Raúl y Manuel Marchante, milicianos de contrato eventual que se han ganado sin discusión la categoría de fijos indefinidos. Y Juanjo, Toni y Florencio. Veteranos dignos herederos de la estirpe itálica que se asentó en un pequeño cerro y que junto con los que allí había, levantaron una ciudad efímera, como ésta, pero muy grande, como ésta.
















































Comentarios

  1. Ha sido mi primera experiencia en el Belén Nazareno de Santiponce, pero no será la última.
    El entusiasmo de estos héroes Santiponceños por recrear la Navidad es contagioso e invito a todos los habitantes de Santiponce a que se sumen a esta experiencia que atrae a tantas personas de fuera haciendo de Santiponce un lugar obligado de visitar durante las fechas navideñas y colaborando con nuestra Hermandad del Rosario, nuestra Parroquia y nuestro Pueblo.

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