La estrecha relación fundada en objetivos, anhelos, pasiones y vivencias mutuas, entre el responsable de Cotidiana Vitae, D. Alejandro Vera, y esta Asociación, debía escenificarse institucionalmente de alguna manera. Y nada mejor que, aprovechando la recién estrenada vecindad, organizar una visita guiada al que posiblemente sea uno de los mejores centros andaluces y españoles de interpretación de la vida romana. La cercanía de cada sede y las posibilidades de colaboración entre ambos centros nos obligan y nos entusiasman, aún más, a aliarnos en el sueño perseguido de mejorar el futuro de Santiponce. A tu Vera, Alejandro, nosotros siempre estaremos a la verita tuya.
Los que habitualmente consumimos turismo cultural y creemos en la transmisión oral de los conocimientos, cuando nos enfrentamos a una visita guiada, vamos entregados desde el primer momento al igual que vamos a un concierto de nuestro artista favorito. Pero cuando la persona a la que oyes no solo te ametralla con datos, testimonios o curiosidades sino que además le pone tanta pasión, entrega y entusiasmo, el tiempo que ha pasado, este tiempo que está pasando pierde su carácter mesurable. O el tiempo es relativo, o el microchip Casio de mi reloj terminó acompasándose a un inhabitual acelerado pulso arterial saltándose los minutos de diez en diez o de treinta en treinta.
El acierto en los paneles informativos, los espectaculares audiovisuales, la fiel recreación no solo en el diseño y la presentación de las salas sino en la larga lista de minuciosos detalles que estas ofrecen logran perfectamente transportarnos a una auténtica domus romana con solo cruzar el dintel de una puerta. Sí, en Santiponce, en Itálica. Como hace 2000 años. Igual.
Alejandro lo sabe todo y como lo sabe todo, sabe quiénes hemos sido. Y quiere que todos los sepamos. Que aquí nacieran dos de los mayores líderes de la Historia no es casualidad. Nacieron aquí porque era uno de los mejores lugares donde se podía nacer. Una de las regiones más prósperas de su época y de varias épocas. Como una Baviera de siglos. Desgraciadamente, ahora la Bética ya no es la misma. Quizás mucha culpa esté en nosotros, por no saber quiénes somos. 8 millones y medio de béticos andando juntos por el mismo camino y de la mano servirían para hacer algo grande, hasta para ganar una Champions.
Para saber, por ejemplo, por qué nos gusta tomar cañas en la barra de un bar. Que el VAR es un invento romano para decidir si un gladiador le había hecho penalti a otro. Que Itálica fue una especulación inmobiliaria porque todo el mundo quería vivir en ella. De cómo son los verdaderos grafitis. Para saber quién fue Apicio, el chef 5 estrellas michelín. De cómo se trataba la alopecia antes de tener que ir a Turquía. De dónde nos viene nuestra afición por los fascículos coleccionables. De cómo era realmente una bacanal. De hacerla, si se da la ocasión... De disfrutar, por ejemplo, del magnífico trabajo realizado por los artistas que la han decorado.
En definitiva, de cómo se vivía la vida y cómo se vivía la muerte.
Admirado Alejandro, nuestra Asociación agradece de corazón (coraza romana grande en este caso), la generosidad y cariño demostrados y quiere ofrecer, como no podía ser de otra forma, todos sus recursos humanos y materiales para sacar esto adelante. Si los macedonios ya tuvieron un Magno, los italicenses ya tenemos otro.
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