Es tiempo de Navidad, es tiempo de regalar. Visita a la Residencia FOAM

Otra nueva misión para nuestros centuriones. En este caso una misión ya conocida pero no menos esperada. La visita a la Residencia FOAM de nuestra querida Sonia, ha servido un año más para celebrar un intercambio generalizado de regalos. Con el patrocinio nuevamente de la Obra Social de La Caixa,  nuestros centuriones han repartido los habituales juegos estimulantes de memoria y habilidades cognitivas entre nuestros mayores, mientras se daba buena cuenta de la merienda preparada. Y por la otra parte, nosotros nos hemos ido a casa con un puñado de risas, un montón de abrazos y la sensación cómplice de quien comparte cariños.
Sonia gestiona su gran Domus, que es tanto suya como de sus trabajadoras y residentes, con ese derroche de energía tan necesario cuando el inmisericorde paso del tiempo hace de su propiedad la vitalidad ajena. Creo que la cercana lejanía existente entre la sonrisa de un niño pequeño y la de un niño mayor, es la que debe servirnos de punto de inicio y final para los que por nuestra mediana edad servimos de puente.
Sonia y todos los suyos, nos regalan algo tan difícil hoy día. Algo que no encontraremos ni en Amazon ni en grandes almacenes. Una gran sonrisa, una enorme risa. Creo que su vitalidad está ligada íntimamente a nuestras risas. ¡Es tan difícil hacer reír y tan sencillo hacer llorar!
Yo, de mayor, quiero estar todo el día como ellos, haciendo que lloréis de risa. Así, cuando ya no esté, no tendréis más lágrimas que derramar.
Gracias a nuestros centuriones Antonio, Juan José, Florencio y Toni. A Eduardo por sus fotos y Josefa por echar una mano. Gracias a Sonia por su cercanía siempre con nuestra Asociación. Gracias a sus excelentes trabajadoras por cómo cuidan de este magnífico patrimonio humano que atesoran y gracias a nuestros mayores por enseñarnos lo bella que es la vida cuando se sabe vivirla.

Fotos: Eduardo Casas