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Roma es andaluza, porque no puede ser de otro sitio.


Ser Andaluz.
Ser andaluz no tiene nada que ver con un simple campo de base de datos en un DNI. Ser andaluz es la síntesis de la historia misma de la Humanidad. Roma es andaluza. Ser andaluz es el mayor conjunto megalítico de Europa, es ser la  primera civilización de occidente, es ser el cénit del imperio romano. Mientras la Europa de la Edad Media se consumía en oscuridad,  la tolerancia, cultura y el progreso de Al- Andalus iluminaban el mundo. Ser andaluz es ser poeta, pintor, es ser patrimonio inmaterial para toda la Humanidad. Ser andaluz es el ser del hombre.
Esto no es un alegato político, es un mero sentimiento. No va más allá. Es una mera divagación personal de un servidor y no pretende representatividad asociativa alguna. Es más, asumo las consecuencias. Sólo hablo de sentimientos, porque el andaluz a su pesar en muchas veces, sólo es sentimiento. Solo hablo de no fronteras y no es nuevo. Aquí nunca hubo fronteras. Sólo quiero hablar del andaluz. El andaluz y su historia marcan el pulso mucho más allá de lo que pensamos.

Día de Andalucía.
A diferencia del año anterior que por mor de la lluvia no pudo ser, nuestra Asociación pudo celebrar de forma espléndida el que, según recogen sus estatutos, es su día más importante por ser el elegido para, no sólo entregar credenciales a sus nuevos asociados y organizar una jornada de convivencia, sino para dinamizar en la medida de sus posibilidades, la celebración "institucional local" del día que es el señalado como fiesta oficial de nuestra Comunidad.
Acompañados por nuestras y nuestros fieles asociados y simpatizantes, La Centuria desfiló desde el Monasterio de San Isidoro hasta la plaza de la Constitución donde fueron recibidos por los componentes de las distintas actividades previstas.

La blanca y verde.
No hay imagen más integradora que un conjunto de banderas igualmente dispuestas para que cada uno pueda escoger una con la que emocionarse y llorar. Yo le prestaría mi pañuelo para que se secara sus lágrimas. Yo tengo un pañuelo que es blanco como la paz y también es verde, como la esperanza. Durante el servicio militar me tocó izar la roja y gualda muchas veces. Hoy, por primera vez y sin saber cómo ni porqué, ni es el tema,  he izado la blanca y verde. Las dos con el mismo respeto. Las dos con el mismo cariño. Sólo pude llorar hoy. Al final sólo son sentimientos.

Nuevos/as asociados/as y reconocimientos especiales.
No hay nada más que nos complazca durante el año que entregar las credenciales a nuestros nuevos asociados y simpatizantes. No los voy a nombrar a todos. Muchas gracias. La cosecha de este año es excepcional. La cosecha, género colectivo femenino...no digo nada más.
En el acto no podían faltar los reconocimientos a nuestros socios honoríficos presentes, María Dolores Cinta y Pedro Respaldiza, a nuestro anterior Presidente Julio Pérez y a nuestro Emperador Emilio que volvió a darnos otra lección ejemplar de dignidad y algo que es tan difícil como desarmarnos con una mirada y vitalizarnos con una leve caricia.
Por último, y lamentándolo en lo más profundo, la concesión aprobada en la última Junta Ordinaria de Asociados a José Luis Ortega como Socio Predilecto, no pudo celebrarse de la forma que hubiéramos querido ya que aún se encuentra convaleciente de su última operación.  José Luis, por su poder de convocatoria y por su hiperactividad intrínseca se ha significado especialmente en el apoyo a nuestra causa por lo que no nos queda más que agradecérselo otorgándole nuestra máxima distinción.
Tampoco han faltado palabras de agradecimiento a otras asociaciones locales que también luchan por nuestro patrimonio, no asociados partícipes en nuestras actividades y cómo no, a nuestras sufridoras consortes porque Roma al revés se dice Amor.

La Plaza y el Pueblo.
Dar las gracias también al resto de actividades organizadas presentes, al ambigú montado... no quiero olvidar a nadie por lo que todos están incluidos. La Plaza es más bella cuando está llena de vida. El Pueblo está más vivo cuando está junto. Para eso estamos, para llenar la plaza, y para muchas más cosas que nos hagan estar aún más vivos.




 








 


































 







 


Fotos: Manu Lamprea










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