No existe parámetro que mida científicamente la belleza. No hay
volumetría posible para calcular el valor de la sensibilidad. La emoción reside
en la capacidad de asombro de cada cual, de sus inquietudes. Solo podemos
afirmar que la belleza reluce más, se convierte, cuando arrolla en su ser la
pobreza.
En la mayoría de sus casos, suele ser efímera, volátil, breve. De lo
contrario, terminará sucumbiendo al paso inmisericorde del tiempo. Porque la
belleza es frágil, y por tanto, necesita de cuidados y asistencias.
Ha llovido mucho estos días, síntoma del arrojo indomable de abril.
Sigue haciendo frío, y sobre el campo se levanta esa capa fina de humedad que
cala los pies del caminante y el viajero. El campo está hermoso, y la tierra se
echa sobre los brazos tardíos de las noches. Unas noches de parto malva, de
fiesta de acuarelas tristes.
A lo lejos se extiende, esbelto y casi cansado, el monumento. La torre
adopta el violeta del cielo, casi líquido, y los ojos abrazan con su barrido la
extensión del monasterio. Solo las almenas, pulso vital sobre el panel claro del
horizonte, hieren nuestra mirada tranquila y llana.
La belleza, a veces, está herida de muerte. Es entonces cuando debe
entrar en escena nuestra capacidad de asombro, de inquietud, de sensibilidad.
De emoción. De dolor. Y, parece, que a nadie le duele cómo la belleza muere
lentamente ante nuestros ojos. (Manuel Lamprea Ramírez)
La fotos dan vida al relato y... al monumento.
ResponderEliminarLástima de la ceguera de los pobladores de Santiponce.
Muchas gracias Manuel.
Emocionante relato acompañado de magníficas imágenes de nuestro Monasterio. Gracias Manuel por tu forma de descubrirnos lo que muchos no saben apreciar.
ResponderEliminaragnífico, Manolo. La prosa es extraordinaria y a veces sublime; pero no sólo es la prosa sino también las imágenes; ambas forman un conjunto casi insuperable. Y digo casi porque tú serás capaz de superarlas en ocasiones venideras. Muchas gracias, Manolo
ResponderEliminarManolo, con tus relatos y las actividades que se están organizando desde nuestra Asociación seremos capaces de concienciar a nuestros vecinos y vecinas del Patrimonio histórico que alberga nuestro Pueblo.
ResponderEliminarPróximamente visitarán el Monasterio los alumnos del IES Itálica y del colegio Josefa Frias, ya lo han hecho los niños y niñas de Los Mosaicos. Pues de ellos va depender el futuro del legado histórico.
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